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Obstáculos, y medios para vencérlos. 47 sinó con una luz sobrenatural y fuera del ca- mino ordinario, que no ha manifestado sino a los Santos mas grandes, y esto rara vez, y con una luz súbita y fugitiva; y en lin, esto es desear saber una cosa, cuya ignorancia es ulilidad nuestra. V. Dios os tiene asegurado que podeis ca- minar sin algun temor, bajo la direccion de aquellos, á quien ha encargado vuestra con- ducta; que oyéndolos á ellos, es su Majestad mismo a quien ois: que se conoce y confiesa obedecido, en la obediencia que dais a sus órdenes; y que desprecia el desprecio, que les haceis: que les ha encargado , que velen sobre vosotros. y que podeis descansar sobre ellos, como descansa un Jefe en Campaña sobre las buenas Centinelas: que ellos responderan por vuestra alma en vuestro descargo, si vues- tros caminos son obra de sus preceptos, y nO de vuestra indocilidad. Y despues de todas es- tas seguridades, ¿deseais y pedis el gran dia, y quereis obstinadamente ver dónde poneis el pié? Esto, o es falta de fé + presuncion : falta de fé, si no creeis á la infalible palabra de Dios: presunción, si no quereis sujetaros á la órden , que él ha establecido para el logro de vuestro último fin, En suma, esto es, Ó desconfiar de su guia, ó no quererla. VI. Ya óigo que decis cada uno de vos- otros: Yo no quiero conducirme, ni guiarme dá mi mismo: yo obedezeo aquel que ha to- mado el cuidado de mi alma; y mi obedien- cia seria entera, si él tuviese en su vida una