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AER Práctica. 351 hartura ; y no olvideis en lo venidero que la paz interior no se conserva sinó en la sobriedad. La serenidad del alma es preferible á los gustos del fervor. El Esposo convidó á la Es- posa a la dulzura de la primavera, noal ar- dor de la canicula 1. Y el vino que la dá es templado ?: y cuando la hace beber hasta una embriaguez “santa, no produce otra cosa que el dulce reposo del alma, y el tranquilo mo- vimiento del corazon 3, CAPITULO XI. Fidelidad en seguir: el: movimientio interior. 1. aii habrá verdadera. paz, mientras se resista a Dios: y desgraciado el que ha- llase alguna tranquilidad, oponiéndose á- lo que le pide; pues no cediendo á la impresion del Espiritu Santo, seria este el que cederia á su resistencia. ¡ Y qué: desgracia no es que Dios nos trate como'a las Naciones á quienes no manifiesta la santidad de sus caminos y los deseos de su sabiduria? 1d pues como los mis- teriosos” animales de Ezequiel, por donde''os 1 Propera el veni... Jam enim hiems transit, flores ap- paruerunt:, vox turturis audita est, ficus” protulit grossos suos; vinem forentes dederunt odorem suum. Cant 2. <= 2 Bibite vinúm quod misevivobis. Prov" 9,*Y. 5, —:3 Bibite et ineb:iamini, eharissimi; Ego dormio, er eor meum vigilat, Cant. 3.

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