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32 “Pags inlbMor. les viésemos sinó como arboles que se mue- ven 1, no estariamos mas distraidos en medio del tumultó de una Ciudad que entre la agi- tacion de una Selva. Que estas máquinas se muden ya en un sentido ya en otro; que es- tén cerca 6 lejos de vosotros ; que tengan ojos 0 no ¿qué os importa? Ni busqueis su vista ni la temais; y no hagas mas caso de su len- gua, que de sus ojos. «Si vivis como un hom- »bre espiritual é interior, tened poco cuidado »de las palabras que vuelan, y que nada tie- »nen de sólidas ; y hareis que no dependa vues- »tra paz de los discursos de los hombres, que >ni ponen ni mudan nada en vosotros 2.» No os hace mejor su estimación, ni su despre- cio Os hace mas malo; porque sus alabanzas y sus reprensiones, no hacen sinó aquello que mereceis. Tened una buena idea de todo el mundo sin ocuparos mucho: escusad sus faltas sin ra- zonar mucho : estimad su virtud sin sulilizar demasiado: preferidlos todos á vosotros sin larga ni menuda e.mprobacion y este es el medio de evitar una infinidad de tentaciones. Presentáos solo delante de Dios solo, y no hallareis en vosotros sinó recogimiento, hu- mildad y caridad: Hay muchas veces peligro, y más veces inutilidad en juzgar de si, por comparacion con los otros. Sea lo que fuere de ellos , vosotros sois siempre los mismos: 4 Videbo homines velut arbores ambulantes S. Marc, $, Y. 2. == 2 Imit. Christi lib. 3, cao. 28 %