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Práctica. 3tt »fermo , no comprende lo que es esto de tener »el corazon desasido de todas las cosas ; y el »hombre animal no conoce la libertad del hom- »bre interior. Sin- embargo si él quiere ser » verdaderamente espiritual, es necesario que »renuncie tanto de los propios como de los »estraños. » Previene este piadoso Autor, que cuando lo querian empeñar en algunos largos :entre- tenimientos, acostumbraba a decir: Me es- peran en la Celda 1. Pero se entendia lo que queria decir y se respetaba su interior. Se- guidlo vosotros y dadie a Dios que os esta mirando el fondo de vuestro corazon. A ARTÍCULO HI. Desasimiento y Olvido de todos loz hombres. S. loran frecuentemente las distracciones y turbaciones que se sufren en la compañía de los hombres. Yo confieso que esto es razon; pues los Santos mismos las loraban ; y á Su ejemplo es necesario huir su compañía cuando se pue- da. Pero es preciso confesar tambien que los hombres no nos impiden tanto, sinó porque nosotros somos muy hombres, y porque no queremos en ellos sinó lo que es de hombres. Si á ejemplo del semiciego del Evangelio, no 4 Est qui me expectet ia celula Fmit. Christi. 4 RETACA ARRE