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310 Paz interior. lo son para vosotros, no lo serán sinó micn- tras esteis desprendidos , hasta separaros sin pena y sin dilacion por toda vuestra vida, á la primera señal de la voluntad de Dios. Cuanto la inclinacion á un amizo es inocente, tanto es necesario desconfiarse de él. Asi como no hay cosa comparable con un buen amigo, como dice el Sábio 1; asi nada Os será tan dañoso como un amigo disipado ó tibio , que no conocerá vuestra vocación ó querrá con- tradecirla ú oponerse a ella, y no sabreis conservar la paz con él y con Dios. Los en- tretenimientos eon los amigos piadosos, son útiles; pero facilmente pueden degenerar en pasatiempo y disipacion. Muehas veces despues de haber avivado el fervr en el primer cuarto de hora, lo enfrian en el segundo y lo apa- gan en el tercero. Escuchad aquí al prudente Kempis 2: «Bu=cad el reliro: amad el estar »solo con vos mismo y no deseeis la eonver- »sacien de alguno; antes bien aplicáos á orar »con fervor a fin de conserváros en la com- »puncion de! corazon y en la pureza de la »conciencia. Mirad como una nada á todas las »Criaturas;' porque cuando busqueis la conso- »lacion en alguna no podreis guzar de la dul- »7ura con Dios Debeis pues apartáros de vues- »lros amigos y de vuestros conocimientos , y »poneros un entredicho general en toda na- »tural satisfaccion. Un espiritu faco aún y ea- 1 Amico fideli nulla est comparatio.Eecli, 6, m. 15. 2 bib. 3, cap. 23.