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304 Paz interior. aunque sea solo con un hilo, no hará mas que vollear,- forcejar y alormentarse al rededor de lo que la detiene. ¡Qué estado tan digno de compasion! Una vagatela , un nada le. deten drá , despues que ella tal vez haya roto enor- mes cadenas ; pero esta nada será un gran mal, que le impedirá adelantarse en la virtud; porque importa poco al que no está libre ser esclavo «e este ú de aquel «objeto. Es gran vergúenza ser vencido en combates pequeños, despues de haber echado por tierra los 'mas formidables enemigos. Y este es el caso de las Virgenes necias, segun la reflexion de Crisóstomo 1. Mas si esta alma tiene vátór de romper estas miseras ligaduras ¡ qué progresos hara el camino de la perfeccion! Hará mas y con menos trabajo eon el perfecto despren- dimiento, que en todo el tiempo que arrastrá con gran fuerza al peso de su apetito, Nada re- tardará su curso ni turbará su paz. Y en ver- dad , ¡qué cosa hay mus tranquila que la sim- ple vista, ni mas libre que el eorazor que nada desea sobre la tierra 2! HH. ¿De donde viene que los Santos han hecho tan grandes progresos en la vida inte- rior y en ¿la paz del corazon, sinó de haber renunciado a todo? Y de que su fervor" no miro sinó eomo lo primero para la virtud, esta desnudéz total, con la cual ¡ah ! nuestre 1 Ided étiim fatuas appellavit¿ quía majori certamin Ssuperato, in faciliori totum perdiderunt, S. Joann. Chrysost. 2 Quid simplici oculo quierms , quid Gberjus milf desi- derante in terris? Imit. Christi. 6b. 3. cav. 54.
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