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Práctica. 2 vez , si aquellos á: quienes Ja confio lo juzga- sen á propósito, por ser este el gusto de Dios que debe ser el mio. Si juzgan mis examinadores que no he tra- bajado sinó para el fuego, debo ejecutar su sentencia tranquilamente; y si-ellos mismos lo ejecutan, les sabré dar las gracias de haberme escusado este trabajo, El mio nunca se ha perdido si no lo estaba ya; porque el mérito de lo que se hace por. Dios: nu depende del efecto, Si al contrario, mis examinadores se engañan , y el público no hace caso de una obra que ellos habran creido no poderlos ser util; yo debo estar contento de su equidad y de su discernimiento, y dar gracias al Señor, de que no permite que una obra inúlil ocupe a las almas santas , y llene el precioso tiempo a los pios lectores. Estas disposiciones interio- res que deben dirigir mi trabajo, no. pueden obrar en mi sinó la paz, y seguramente seré menos apresurado de lo que soy, si estoy tan inclinado á ellas como debo estar. Y si este libro logra ver la luz y fuese bien recibido, pido a las buenas almas que lo lean, que rueguen a Dios por mi a fia de que su Majestad me corrija y me perdone. IX. Aunque yo no dé aquí sumó máximas comunes para todas las aceiones, sin hablar de alguna en particular, porque la necesidad de conservar en ellas la paz es siempre igual, y tos medios con poca diferencia son los mis- mos; sin embargo hay una que pide avisos particulares, porque se ofrece muchas veces Paz interior 20

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