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Práctica. 289 mismos y el desprendimiento de lodo lo que bareis. Si cuando reflexionais sobre vosolrus mismos , por ver si el movimiento de afuera se ha comunicado al interior, os sentis apre- surados para salir y volver á emprender la venpacion suspendida: detenéos mas tiempo dentro de vuestro ánimo; porque la necesidad esta decidida del tedo, con el disgusto que percibis. Estas suspensiones son tan úiiles para muderar la actividad y conservar la Paz inte- rior, que es bueno ejecutarlas áun en la mistu oracion. Sirven ademas mucho para renovar la pureza de las intenciones y volver dá levan- tar el corazon, que con su peso siempre se inclina hácia la tierra, d sacara un conside- rable frulo de recogimiento y de fervor. Si teneis un genio lento, haced para auimar vuestra actividad, lo que ya he aconsejado a los que tienen necesidad de amortiguarla: de la indolencia hablo ; que es por lo menos tan contraria á la Paz interior, como el ardor y la apresuracien; porque esta paz es el fruto del. fervor, al que el alan aleja y la indolen- cia destruye. MN. Acabada una obra, no pascis 4 otra sin reflexionar un poco sobre el modo con que habeis cumplido con aquella, y en par- ticular sobre la tranquilidad y despejo con que Ja habeis hecho. Reconocereis lu un y lo otro en la calma interior que havais conservado siempre, y en la continua disposicion en, que os bulleis de renuncior esta accion sin pena ni vesar importuno . vara entregáros á la otra