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aña 288 Paz interior. continvad y acabad del mismo modo. Si os sentis impaciente de hacer una accion que sin inconseniente puede dilerirse á otro tiempo, t-mad el último partido; y cuando alguna ne- cesidad no os precise, dad siempre la prelfe- rencia a las ocupaciones, que os dejen mas libres y que os apasionen menos. M. Haciendo alguna obra , parad de tiempo eu liempo para moderar vuestra actividad, la cual se aumenta en los naturales vivos , cuando vuelven a aplicarse á sus ocupaciones. Suje- tud y veducid á su clase esta indiscreta y pe- ligrosa <riada: Periculosa pedissegua que apre- cura a da voluntad, á quien debia seguir paso il paso y contentarse con eso; y con su im- paciencia, áun aspira y se esfuerza á pasarle delante ; Pravire conatur. Mortificadia sin ha- corla morir; porque es útil, si esta bien re- gulada. Sin ella, dice san Gregorio Nacianceno, pocos harán cosa grande; pero harán mucho cumino con «m natural lleno de fuerza y ar- dor, si está bien domado. Y si a pesar de todas estas precouciones , quereis que se in llame vuestro interior, apagad el fuego con la cesación de todo deseo apresurado que lo ali- menta, y no con los esfuerzos que lo encen- derian mas; como. cuando se sucude fuerte- mente una mecha encendida , intentando apa- garla asi. Tardad en acabarla cuando solamente pide su fin vuestro alan desmedido; y no la Jleveis luego ú-su término. Asi el mérito de la mor- lilicacion os ganará el imperio sobre vosolros