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18 CAPITULO VIH, Olras muchas ventajas. M e Si yo quisiera hacer una enumeracion de todos los bienes que nos ofrece esta paz, no llegaria jamás al fin. Ella atrae á lo intimo de nues- tros corazones uvas delicias imesplicables , y hace que nos disgusten y fastidien todos los pla- ceres sensibles, los cuales parecen desabridos é insipidos á los que han gustado esta paz de- liciosa , que escede y sobrepuja á todo sentido como dice san Pablo !. Esta es aquella dulzura con que Dios nos atrae á su servicio, como espresa el mismo ?, y con que precave y forta- lece nuestros corazones contra los atractivos de los falaces deleites 3: nos imprime un ca- racter uniforme, y nos arregla conducta igual, que encanta á los hombres y agrada mucho a Dios; cuando sin ella se halla el alma de un momento a otro tan poco parecida á sí misma, que (disgusta á Dios| y á los hombres. Ella nos da un aire modesto, dulce, apacible, simple, ingénuo , acomodado, que hace honor á la pie- lad , y le concilia la estimacion y la afeccion wn de las personas mas prevenidas y arma- las. contra ella. Ultimamente puede decirse de esta paz, lo jue dice. el Apóstol de la piedad, que es como 'L alma y la vida ; buena para todo, y que nos I_ Pax Dei, que exsuperat omnem sensum. Philip. 4,7. — 2 Pax Chisti... in qua vocati estis, Colos. 3, 18. - 3 Pax Dei... custodiat corda vestra Philip. 4, 7.