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284 Faz interior. salirnos de su órden? Y ¿basta tener manos y fuerzas con una buena voluntad, para me- terse a cultivar la viña del Señor? VH. La gloria del Altisimo es el objeto de vuestra obra; pero el afan con que la deseais debe haceros temer que vuestra propia gloria sea el objeto de vuestro corazon. El medio de purificar vuestra intencion y de moderar vuestro deseo, es no mirar en esta buena obra sinó lo que en ella os puede mortificar; esto es, los trabajos sin fin, los desprecios, las per- secuciones , las murmuraciones, las calúmnias, mientras dure la vida y aun despues de la muerte , y todo lo que el Infierno puede sus- cilar, por ver si puede burlar vuestro pro- yecto. ú por vengarse de vosotros. Esto bien meditado hará caer vuestros deseos, si ellos no salen sinó de vuestro fondo; ó será prueba le que vienen de lo alto, si ellos responden como el Apóstol, que no temen alguna con- tradicion 1. ¿Quereis emprender un negocio del que es- perais mucho bien? Cuidad que vuestra prisa no os haga mucho mal, no arruine vuestros deseos en su raiz y que no os haga perder para vosotros mismos , todo el bien que quí siérais para el prójimo. ¿Quereis corregir un abuso? El deseo es luudable ; pero acordáos de que la súplica es el primer medio, y la dulzura el segundo. ¿Deseais tener una conferencia con una per- 4 Nihúi hovum vercor. Act. Apost. 20, Y. 24.

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