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ió 282 Paz interior. neis nacimiento y autoridad: una reputacion bien estable de genio, de sabiduria, de recti- tud y la confianza del público. ¿Faltó algo de eso á san Arsenio? Sin embargo con todos sus grandes talentos, con las ciencias de los Grie- gos y Romanos, como él dice de si mismo, con todo el crédito posible en la Corte del Emperador, cuya estimacion y confianza lo po- nian en proporcion de hacer mucho hien en todo el Imperio, para la Iglesia y el Estado; se harta y huye de los piadosos valimientos del Principe, que lo hace buscar en vano por mar y tierra, se oculta en un fragoso de- sierto, y no quiere ver los ángeles terrenos que do habitan. Él mira menos los grandes bienes que hubiera podido ejecutar, que la voluntad de Dios sin la cual no se puede ha- cer algun bien. Y ¿no es esto bastante para cerrar la boca á nuestra presunción , que es infinita en formar razones plausibles para huir de la oscuridad que la confunde y del santo reposo que la enfada ?% Los talentos, la auto- ridad, el crédito, la confianza del público y todos los otros medios de hacer bien, de que se vale tanto esta para sacar á un alma del retiro, no componen una razon suficiente, bien lejos de hacer una necesidad como se pre- tende. Dios, que no merece sin duda ser aban- donado del desecho de los hombres y de los que no sen buenos para cosa alguna en el mundo, da frecuentemente” los talentos , la antoridad, el crédito, las riquezas, los pla- cores, las comodidades de la vida. no - para