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Práctica. 281 el establecimiento de la Religion, la revolucion de los Imperios y hasta la sucesion de los tiempos ; y apenas conoce las cosas sin las eua- les absolwiamente no podia pasar, nial Cielo que lo cubre, ni á la tierra que do mantiene, ni ul aire con que respira, ni al agua que bebe y ni al pan milagroso que come: ¿Qué haria Pablo en este largo tiempo? Dirán tal vez con los mundanos disipados , las almas activas que pensarian no poder vivir sinó estuviesen en un movimiento perpetuo. ¿Qué haria? Mejor se podria preguntar á vosotros lo que haceis, cuando no haceis lo que la tierra y el Cielo. ¿Qué hwria? La voluntad de Dios. ¿Es haces mada, hacer lo que Dios nos ha propuesto, dándonos el ser, que es contemplarlo , ado- rarlo y amarlo? ¿Es ser ocioso é inútil en este mundo , estar únicamente ocupado en lo que los Bienaventurados en el Cielo, y en lo que se ocupa Dios mismo? ¿Se puede hacer cosa mejor? Lo que será bastante á todos los ángeles y Santos para-toda la eternidad, y al mismo Dios para siempre ¿no podrá bas- tar al: hombre durante esta corta y miserable vida? Hacer otra cosa sinó conduce á oste objeto Psi Dios no es su principio como su fin. si no obramos con una dependencia con- Unua de su divina voluntad . que siempre nos pide antes el corazon que la mano, y el re- poso del alma antes que su actividad ¿ qué será sinó apartarse de su fin, perder el tiempo y volver á la nada de que -Dios nos sacó? VI. Vosotros teneis talentos y crédito : te- Paz interior 13