BCCPAM000545-1-05000000000000

Práctica. 265 vé que se disimula casi todo 4 ciertas. per- sonas, mientras tiemblan de «miedo; «y se.en : eolerizan contra olras por algunas fallas, que son contrarias al espiritu y a las obligaciones de su estado. Mas ¿cuál de todos estos defectos deja de parecernos digno de perdon , si nuestras re: flexiones lo acercan á nosotros otro tanto como lo hace nuestra flaqueza ? ¿Sera la. falta de ra- z0n 7 '¡Ah ! ¿Estamos nosotros sin .drfecto? Y todo “defecto ¿no es una falla de razon? El entendimiento del hombre ¿no esta «sujeto á engañarse ? Y ¿no será cosa lan ridicula, au- marse de indignacion contra este. defecto, como contra la enfermedad de un cuerpo que cojea? ¿Será la ingratitud? Este á la verdad es el vicio, contra el cual nos ubimos todos como contra quien lleva un carácter. odioso; y sin embargo todos debiamos. interesarnos en escusarlo, porque ninguno de nosotros. está esento. No es tan nalural el ser ingralos,.como el ser amadores de nosotros mismos hasta traevlo tedo 4 nosotros. Nos inclinamos+al beneficio que hos es útil hasta olvidar al bien= hechor, y hasta aborrecerle en algun modo; porque le somos deudores ; es cosa bien. rara el testificarlo con alguna gratitud ,. si. el.reco- nocimiento del beneficio no nos hace. esperar otro.. Los: recaidys nos alteran; mas no-po- demos reflexionar, aunque sea. poco. sobre nosotros mismos, sin que, hallemos una. .opo: sicion continua entre nuestros ejercicios y .nues- tras resoluciones. No merece gracia decis, el Paz interior 18

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz