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Práctica. 263 mente, yá medida de lo que adelantan. Pero nuestro ardor inconsiderado lo quisiera hacer todo de una vez, sin embargo de ser este el mas grande obstáculo á la correccion del mal, contra el que esta resuelto. Ni es poco el que nos hace, pues nos cáusa unas agiluciones que no son faciles de reprimirse. Y si el Profeta Elisév necesitó de tiempo, de silencio y de la música para calmar su espirttu, agitado con el movimiento del celo mas legitimo , y para ponerle en estado de oir la voz de Dios, y discernir su luz 1: ¿mudarémos nosotros. fa cilmente en calma Ja impetuosidad del torrente, que nos lleva, nos perturba, asombra, lras- torna y ahoga muehas veces, cuando. no debia. hacer mas que regarnos tranquilamente? X. OUtro ejemplo de la puciencia con que deben llevarse Jos defectos de. Jos hombres, es Jesucristo. Sufrió cou bondad las flaquezas, Ja. ignorancia, los, celos y las disputas ambr- ciosas de los Apóstoles : reprimió con du'zura los defectos mas groseros de estos , que los mal intencionados quisieron hacer caer sobre él ; aguardó con paciencia el fruto tardio. de sus instrucciones; y, parece que eligió. sus Discipulos de las heces del Pueblo, sin edu- cacion, sin. Jetras y con poca virtud; y Jos Jejó en ese estado todo el tiempo desu. vida mortal, para enseñarnos 4 vivir en paz con las gentes groseras, interesadas, tímidas. y t Adducite mibi psaltems cumque caneret psaltes, fecta est super eum manus Domini, 4, Red. 3,15,