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e ss e e EI AENA AAN Ay po gp "| 1 266 Paz interior; los otros ; la. impetuosidad del natural; la es cesiva, pasion de seguir nuestras ideas y gus- los, y: todo: lo queno. sea nocivo.- Y ¿por qué nos alteramos de las fallas pequeñas que advertimos en nuestros prójimos? Dios las per- mite , y tal vez para que sirvan de un contra. peso á,su virtud, y tambien de una prueba para la: nuestra; y no espera sinó vernos ta- les, cuales: debemos. ser para que se muestre su Majestad como deseamos €, Este padre; lleno de bondad que hace entrar las faltas de nues: tros hermanos en los deseos que tiene su'Pro- videncia, de nosotros, mo vé sinó-con «dolor, la..indignacion. que .concebimos contra -ellos. Es, verdad-que.son eulpados, «pero nos. son úliles.. Recojámos pues nuestras ventajas , antes de. trabajar.en curar á.dos. malos; y sino podemos lograr eso último ¡.consolémonos con lo. primero. En. el. fondo de los defectos no hay. casi nada para. ellos ;. pero ellos. son mu- cho. mas ¿para nosotros. ¡Qué ceguera tan sensible .;, despreciar lo: que nos' interesa mas para ocuparnos de lo menos importante ! VII... Y. á la: yordad., tenemos nosotros lantos pecados. que; llorar, que no. podemos 3in: error. ocuparnos .en las. «faltas : diarias: de los.otros. :; Hipócrita! arranca, antes. de todo la: paja do; tu. ojo... Nuestru: eelo es ordinavia- mente. tan,flaco. y, lento, que. si hallamos en 4 Cogita”, quía sic forte melios est pro tua prótatione, >bpatleñtiz: sine qua non sant muttui ponderárida mé- .ita nostra. Kemp. lib. 4, cap-16,