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234 Paz interior. »glorificáros, porque esto sería sacar mentirosa á »la verdad. No hermanos mios, esta sabiduría no viene de lo alto: ella es toda terrestre, animal y adiabólica; porque allá donde está el celo inquieto, y el ruido que él escita, allá. reina la. inconstancia .y:todo género de desórdenes. La sabiduría que vieno delo alto; wedla aquí: Esta es prudente, amiga de la paz, modesta, dócil, Hena: de respeto para las aéntes de bien, y de compasión pará los desdicha- dos. careada de buenas obras y que juzga de todo .con la última simplicidad. Hé aquí los frutos de la verdadera justicia, que se siembran en la paz, y one, no son sinó para aquellos que la cultivan.» No. debeis pues, tener otra cosa, que compasion por las: faltasode vuestros; hermanos, é indignación eontra: el celo amargo» dde que estais,animados. Com- pasion por las faltas de: vuestros hermanos; porque son dignos de' ella, si pecan “por ignorancia, pues no ¿bnocen el bien; pero si pezan por malicia, su estado es mas deplorable, porque es más dificil en- mendarlos. Reservad al contrario, vuestra indigna- cion contra el celo impetuoso que os devora; pues ol es ordinariamente una produccion, del orgullo y de..la presuncion... Y ¡la, humildad, es la que dá. al alma da dulzura: y la paz 1. v' Jugis pax com humili; in corde sútem superbi' zelus et indig- hatio Frecuens, Imiro Christi, dib. 1. c. 7.