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216 Paz interior. el que. puedo..aliviar,: y librar. de unay otra ; y.el . que la hago, hasta hacer parlici- pantes de mi. Santidad a las. almas que, bien ronyencidas de sus miserias y de su nada, es- tan enteramente distantes de apropiarse $u vir» lud y de robarme la gloria 1. pla ¿ Pero vosotros á quienes ordinariamente tur- han los. pecados, leed esto de:tiempo en tiempo para estar prevenidos en da ocasion ; leed tam» bien el. combate . espiritunl ¿y sabre Lodo; las obras de san Francisco: de Sales ?,:quepa- rece nO. respiran sinó confianza y «paz: en medio de nuestras miseri»s. Mas no sab reis preveniros bien contra Ja turbación que -0s »áusan vuestros pecados, por. ser esto o rdi- nariamente lo. mas dificil de ejecutar, y ser las ocasiones inevitables en esta-vida ; pero-su- bed que no cesaremos de «pecar;.mientras no cesemos de vivir; y cuanto mas nus sorpren- damos y melancolicemos por nuestras- faltas, nos serán mas necesarias; y Dios las permi- tirá, para que euremos de nuestra presunción; pero cuando ño esperémos de nosotros otra cosa que el pecado, entónces este nos dejaiá de turbar. > | X4. Aunque os he mostrado no solo la con- fianza, sinó tambien la simplicidad con que debeis volver 4 Dios, cuando. os hayais ale- jado de él por el pecado; no puedo poner fi 4 Ego sum qui mcerentes erigo sopitatr , el suam cog= noscentes infrmitatem ad meam proveho divinitatem. Ibid. 2 En la misma Imorenta de Cuesta. se. hallan de venta.