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240 Paz interior. ¿Pensais, digo á estos espiritus abatidos de sus reflexiones mas que de sus caidas : Pensais que esta fuerte impresion de susto y abatimiento, w quien ilomais impresion de pesar y de pe- nitencia , es una produccion del Espiritu Santo? No ¿a osareis decir, ó al menos no la sabreis probar. Y yo digo que el Espiritu Santo , ni es ni puede ser el autor; y lo que digo , lo pruebo: Los verdaderos sentimientos de pe- nilencia van siempre acompaña.:os de la espe- ranza del perdon; y la esperanza es el ori. gen de da verdadera alegria 1; y vosotros no sentis sinó la oposicion a la una y á la otra. Los remordimientos. de conciencia, que Dios produce, hacen eosar la turbacion 2; y las vuestras se aumentan siempre mas y mas. Dios escila en nosotrus el deseo de reparar nues- tras pérdidas 3; y vo=otros no sentis sinó la pasion de abandonarlo todo. E: alma animada del santo arrepentimiento se eleva á Dios, y este se inclina para darla el óbseulo santo 4; y vosotros como el Prevaricador Adan ; huis de su presencia y quisiérais poder esconderos de su vista. La tristeza escesiva ; es decir, la que llega hasta la turbación y el desaliento, esta tan lejos: de ser efecto de la verdadera contricion, que no quiere el Apóstol que se entreguen á ella los Corintios incestuosos, áun 1 _In:verá contritione nascitur spos veniz. ImitChrist. lib, 3, cap. 52. — 2 Recouciligtur perturbata conscien- a, Ibid. — 3 Reparatur gratia perdita. Ibid. — 4 Occur sunt sibi mutud, in osculo sancto , Deus et penitentes auima. Ibid. Ñ

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