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SEDE 1 PRI EPRES A ci a TD 230 Paz interior. los tiempos de la agitación, se sienten easi siempre como en un estado violento; porque ordinariamente son estremados, y son por eso origen de muchas turbaciones , cuando se cum- plen las onerosas obligaciones impuestas, por- que son sobre sis fuerzas: turbaciones mayo- res cuando se falta á ellas, porque se miran estas fallas como unas infidelidades hacia Dios; aunque en efecto , su Majestad jamas puede au- torizar y menos exigir una resolucion impru- dente; turbaciones sobre todo, cuando vuelve la tentación y se recibe como. un castigo de rsas infidelidades quiméricas. Y quiera el Se- hor, que estas turbaciones no se sigan dela laqueza y desaliento, y que nadie sea vencido Je la tentacion por los medios mismos. por- jue la creyó vencer. MÁXIMA SÉTIMA. Mas no solo debemos conservar la paz del alma en medio de las tentaciones, mas tam.- bien en el caso de comenzar á sentir alguna torbacion ; porque no la hemos de dar á en- tender á la parte de afuera con gastos, ni otra nquietud para turbar asi al demonio, que no pudiendo penetrar nuestras almas, no juzga de $u disposicion sinó por el exterior, y de- sesperando de vencernos, puede ser que nos deje cuando sin saberlo él ya estemos atemo- rizados : asi como un enemigo que tiene si- tiada una Plaza, la que se defiende vivamente - y dí á entender que está dispuesta á- una larga

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