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218 Paz interior. »perdonarme. No Señor, no. Oh qué dulce »cosa es; esperar en el Señor! El Infierno »mismo no sería lo que es , si la menor luz »de esta esperanza pudiera herir sus tinieblas: »esta sola puede darme uncion tan grande, y »la nube de la desesperacion solo se puede le- »vantar de los abismos. » Vi. Sobre esto la devoción hicia la San- tisima Virgen es singularmente un gran recurso en las tentaciones contra la Esperanza; porque es un poderoso medio de salvacion , una fuente fecunda de toda suerte de bien, y al mismo tiempo, segun san Anselmo y Otros muchos padres 1, una nota de predestinación, Y asi, silos remordimientos de vuestra conciencia y el temor de los juicios de Dios, os arrojan á una profunda tristeza, dice san Bernardo: si el enorme peso de vuestras culpas os ar- rastra hacia el abismo de la desesperacion, volvéos a Maria, implorad su asistencia ; y ve- reis bien presto renacer en vosotros la alegría la confianza y la paz ?. ¿Sois pecadores? Maria es la escala misteriosa por donde los pecado- res suben al Cielo, euyas puertas estaban cer- radas. Yo soy pecador como vosotros, pero estoy lleno de confianza ; porque hallo en Maria los mas poderosos motivos para ella 3. Antes 4 De Excell. B. Virg. cap. 4. — 2 -'Si criminum mmanitate turbatus, conscientiz foeditate confusus , judi- cii horrore perterritus , barathro incipias absorberi tristitize, desperationis abysso, cogita Mariam. $. Bernard. , homil. 2. super. Missus est. — 3 llec peccatorum scala, mea maxima fitucia, tota ratio spei mae, S, Bernard., serm. de Aque ductu.

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