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10 Paz interior. gimiento de atencion á nuestro interior, de posesion de nosotros mismos , nada pasa den- tro de nosotros, para lo cua! no nos hallemos apercibidos. Vemos la tentacion en su princi- pio mismo , cuando aun está sin fuerza , siendo entónees facil impedir sus progresos. En este silencio interior, se percibe luego el movi- miento de aquella flecha , que vuela ligeramente durante el dia; y de aquel enemigo, que ca- mina secretamente en las horas de las tinie- blas 1. Mil saetas caen burladas á nuestro lado izquierdo, y diez mil al derecho , sin haber- nos herido alguna. Nuestra fuerza, nuestra sa- lud y nuestra felicidad están en el reposo y en el silencio 2. Nuestra alma toda recogida, y por decirlo asi reconcentrada en si misma, es fortisima, y como impenetrable á sus ene- migos , sostenida de las gracias especiales, con las cuoles recompensa y premia Dios su fide- lidad. La turbacion al contrario , nos agita de todas partes, nos desconcierta y nos vuelve tan fá- ciles á ser vencidos, como un ejército puesto en desórden en que no se distinguen los Compa- ñeros de los enemigos, ó en el que las órdenes estuvieron mal dadas y peor ejecutadas, ó en el que el número de los Combatientes , que debian aplicar toda la fuerza y la industries para resistir, no hace mas que aumentar la confusion. El gran secreto para vencer en los 1 A sagitata volante in die, á negotio perambulante in tenebris. Psalm. 90. — 2 Si revertamini et quiescatis, sa! eritis in silentio , et in spe erit fortitudo vestra- Isai. 30,15