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Practica. 205 pues nuestra voluntad se resiste: descubridla con confianza y*simplicidad ¿al Soberano Mé- dico de Jas almas; y decidle ingénuamente: Señor: «El que:os ama, está «enfermo y pa- »dece una especie de delirio. Mirad el engaño »de mi imaginacion , y el esceso de mislocura, »Yoteréto «de: mi todo Jo que 11d: sof», y.*no ,Creo ser nada menos de to que soy en efecto! »El hurto se junta á la delicia ; porque me »apropio injustamente lo que vos me- habeis confiado, despu:s de: atribuirme locamente »lo que no habeis fiado de mi. ¡Mi Dios! pre- »servadme de este doble error. Dadme un justo discernimiento de mi pobreza y de vuestras »liberalidades. No permitais que encarezea los »talentos ; euyo valor habeis ordenado vos. »No que yo haga, ni que yo os robe la glo- »ria., de la que sois tun justamente celoso, »Guardad vos mismo vuestro bien, que esti «entre unas manos sospechosas. Yo soy: eul- »pado, y vos me mirais en la tentacion de >que vuelva en mi provecho, como Judas, lo que me ha:sido eonfiado para vuestro ser- »vicio. » Y si los: pensamientos de vana esti- mación y complacencia, vuelven con impor- tunidad : una vista simple hácia Dios, será una renovacion abreviada de estos humildes y pia- dosos sentimientos, y una negación suficiente de las imvresiones contrarias.

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