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Práctica. 185 Pueblo, pero no para domar las Naciones enemigas 1. M ¡Acaso los mismos Santos han practi- cado cuanto vieron en otros? San Luis, Rey de Francia ¿imitó la pobreza real de san Fran- cisco? Los Padres del Desierto ¿se empeña- ron en los trabajos .Apostolicos? Yo sé que eada uno de ellos unió todas las virtudes en su persona : Pero ¿las han practicado en el mismo grado, y del mismo modo ?.Y los que se han conocido que excedierony superaron a ot:os ¡son los que se entregaron á-la apresuracion, 1 la envidia y al pesar? Si ellos hubiesen sido capaces de esas impresiones, á vista de la abundancia de otros y de su propia indigen- cia, jamás hubieran hallado reposo; porque siempre tuvieron una alta idea de sus proji- mos y una muy baja de si mismos, Y asi, si esperais vosotros que el sentimiento de vues- tra perfeccion us ponga en calma, debeis re- nunciar enteramente, ó 4 esto último, ó á la humildad cristiana. Pero decis que Jesucristo ha dicho: «Aprenderd de mi, que soy dulce y humilde de corazon. » Esta es la máxima fundamental de toda su doctrina. Con una am- bicion 0 con una presunción que se creyera capaz de todo, en vano se esforzaria á levan- tar el edificio espiritual sobre otro fundamento, que sobre el de esta humildad; 6 4 eimentarlo do otro modo, que com este dulzura. Las al- 4 — Ipsi autem non erant de semimne virorum illorum per quos salas facta est in Israel. £ Mach. 7, Y. 62,