BCCPAM000545-1-05000000000000

Práctica. 145 para el sustento de nuestra alma, Ni se ha de perder el animo, cuando falía ; porque la gra- cia de Dios es nuestro invisible arrimo, y el cumplimiento de su voluntad muestro alimen- to 1; y en aquellos que poseen-á su Majestad quiere estar solo, pues es preciso COnservar preciosamente el fervor intimo y sólido de las resoluciones, pero po. ocuparse mucho del [fervor variable de Jos sentimientos: cultivarlo cuaudo, Dios lo dá, pero «sia reflexionar mu- chos sufrir cuando Dios lo quita, pero sin mucha pesadumbre : ni perderlo por su culpa, porque es un verdadero bien; niafligirse hasta la turbación cuando falte, de cualquiera ma- nera que. suceda, porque este será un verda- dero.mal. Desead la leche de la devocion, como los ninos muy pequeños, que perciben la uti- lidad que les trae; pero deseadla tambien como los niños ya racionables que saben pasar sin ella 2. Si este alimento.nos hace crecer para Duestra. satisfacion 3; no retardará. poco esla grande obra, Ja.inelinacion, que le tuviére- mos.. Podemos, y debemos gustar la presen- Via de.Jesus, mientras él quiera quedarse con nosotros; debemos acompañarlo siempre, como los Apóstoles : seguirlo paso á paso sin dejarlo us momento ; correr a él, atravesando las ondas del mar como san. Pedro; y descansar bajo su corazon: pero.no debemos entregar- Í Meus cibus est, ut faciam voluntatem ejus, qui mis- sit me. Joanm, 4, 34. — 2 Sicut modo geniti infantes, rationabiles sine dololac concupiscite. 4, Petr. Es Se 3 Un in eo crescatis in salutem, Jbid,

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz