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PARTE CUARTA. ENSÉÑASE LA PRÁCTICA DE ESTA PAZ CAPITULO PRIMERO. No es necesario buscar esta' paz con demasiado ardor. L Te os veo resueltos al trabajo para adquirir la paz interior, y á poner en prác- tica todos los medios, que Os hemos dado hasta aquí. ¿Quereis verdaderamente tomar posesion de vosotros mismos , para poseer á Jesus? ¿Para gozar de este, que es el Rey pacífico , cuyo Imperio es el de la paz? ¿A este, que aborrece tanto la turbacion, que desampara á las almas , que la aman y la bus- can, y se sirve de ella como de uno de los mas terribles ministros de su venganza, para castigar su infidelidad? ¿Quereis ser devotos y tranquilos, para que Jesus haga morada en vosotros 1? Está bien: este es un proyecto muy laudable ; pero pide mucha discreccion, porque es preciso buscar esta paz con cuidado, pero .sin apresuracion: es obra de pacieneia mas que de esfuerzo , y el afán para conse- 1 Esto humilis, et pacificus, et erit tecum Jesus : sis devotus , et quietus, et manebit tecum Jesus. Imitat. Christ. bli, 2, cap. 8.