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124 Paz interior. sus deseos. Rara vez se vé, que quien comulga frecuentemente , esté dominado de sus pasio- nes, y sujelo al capricho y al génio; porque son ordinariamente apacibles y dueños de si mismos ; al menos hasta cierto punto. Y si na se vé en la conducta de algunos ese fruto or- dinario de las frecuentes Comuniones, al me- nos en una habitud de reprimir los escesos considerables del natural: vuelvan ¿- entrar dentro de sí mismos, y conoceran lo que im- pide al Sacramento divino la operacion de su efecto, como dice san Cirilo Alejandrino %. Dijimos en otra parte, que la paz interior era disposicion para la Comunion ; y aqui de- cimos, que es efecto de ella , lo que no debe juzgarse circulo vicioso; pues lo mismo su- cede á la pureza del corazon, al amor de Dios, y á todas las otras buenas disposiciones, que la Comunion pide y aumenta. Y por eso, una buena Comunion es preparacion para otra; ya porque dispone mejor los corazones bien dispuestos ; ya porque hace nacer todas las semillas de las virtudes, que halla en ellos. CAPITULO- XII. La Oracion mental. T E Uno de los mas poderosos medios , y sin el cual la mayor parte de los otros, Ó no 1 Perturbationes animi extinguit S, Cyril. Alexand. lib, 4, Joann. cap, 4.

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