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Medios para adquirirla. 115 que no amais á Dios. ¿No amais á Dios vos- otros , que por él os privais del mundo, de los placeres de los sentidos, de mil comodi- dades de vuestro estado. y de las diversiones propias de vuestra edad? ¿Vosotros que lo adorais y le pedis; y meditais su Ley y su Palabra ? ¿ Vosotros, que veis con horror a sus enemigos, y los ultrajes y ofensas, que ellos le hacen? ¿Vosotros, para quien nada seria de tanta satisfaccion, como el saber (que érais agradables á sus ojos; y que no teme- víais tan vivamente vuestras arideces , sinó por - que temeis disgustarlo? ¿Vosotros , que servis a vuestro prójimo, á pesar de vuestras re- puguancias, porque lo quiere Dios; y le ser- vis a él mismo, á pesar de vuestros disgus- tos, porque lo merece? Y todo esto ¿no carece de la indiferencia para Dios? ¿Acaso tiene su amor otros caractéres? Su bondad os colma de' gracias; y en lugar de reconucer- las con humildad, ¿empleareis en alormen táros , aquel tiempo que debiais dar a este reconocimiento? Y cuando temeis tanto vues tra libieza y pesadeces en su servicio; ¿No debeis temer con mas razon vuestra ingrali- tud? ¿Pensais acaso, ó poderle servir sin su asistencia, ó poder llevar ¿or largo tiempo los trabajos de su servicio sin amarlo? Reco noced , pues, con modestia los regalos de su amor, y entregáros sin inquietud á la impre- sion de su gracia. Servidle, sin tantas reflexio nes sobre el modo con que le servis. Estas solas son las distracciones que no ftemeis, y