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108 Paz interior. en este mundo? La autoridad de todos los maestros de la vida espiritual, que lo dicen asi, y los ejemplos de todos los Santos que lo tienen aprobado, ¿mo bastará para con- venceros ? Mas aún : Yo supongo que esto sea por cas- ligar vuestras faltas, y que para esto use Dios de este rigor. Yo deseo que esteis persuadidas á esto, como esto sea sin turbaros. Yo creo mas: que muchas veces, y al menos en [los principios, dónde la leche de la devocion es mas necesaria y la disipacion mas frecuente, pensais con fundamento , que Dios no os priva de este néctar precioso , sinó por vuestras in- fidelidades ; ó bien, que son vuestras negli- gencias las que os lo privan directamente, y por si mismas, haciendo que se evapore y pierda por las aberturas de vuestros disipados sentidos, como dice san Bernardo 1. Yo no hablo aqui de los abatimientos y disgustos en los ejercicios espirituales, causados por la mala disposicion del cuerpo, por la pes:«led del tiem- po, por la malignidad del Demonio; pues las personas versadas en la vida interi»r, las dis- ciernen bastante y las sufren con paciencia. Yo me ciño á estas arideces que turban tanto, precisamente porque son castigo de sus faltas, y porque son mirados como una nota Ó se- ñal de un abandono entero, que ha hecho de 2Mas la indignacion de Dios. Mas ¿cuáles son las faltas, que os exagera 4 Pleni rimarum , undequaque diffuimus. S. Bernard.

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