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Medios para adquirirla. 107 cosa propia? ¿Qué, están siempre á vuestra disposicion? Es una presuncion el ocuparos ltasta el esceso , y el no poder jamás acertar a satisfaceros, porque aspirais á mucho. Yo nO decido cual de estos dos sentimientos sirva de materia á vuestra inquietud; y tambien será fácil y poco necesario el decidicla. Puede ser, que ni sea lo uno ni lo otro, mas sola- mente un error que no tiene necesidad sinó de instruccion. Yo lo supongo asi ; y dejando a vuestra reflexion el cuidado de curar vues- tra vana hinchazon, ó vuestra timida y siem- pre trémula pusilanimidad, voy á complir mi deseo de instruiros. IV. Lo que temeis en primer lugar, es, que Dios se haya retirado de vosotros, por causa de vuestras faltas, y que ya no os tenga amor, porque no os mira sinó con severidad. Pero yo os pregunto: El que Dios nos miré con esta rigurosa conducta, ¿es por otra cosa que por castigar nuestros pecados? ¿No lo hace alguna y muchas veces por perfeccionar nuestras virtudes? Este aparente frio, ¿no es gobernado por la Providencia, para destruir nuestro amor propio hasta la raiz, y para que las echen ma: profundas nuestra paciencia, nuestra humildad , etc.? Para apurar nuestra caridad, para hacernos mas fervorosos en la práctica de las buenas obras , y mas confor- mes á Jesucristo, que es el modelo de nues- tra predestinacion ? Para hacernos merecer una mas rica corona en el Cielo, y para atraer Mas gracias á nosotros y á nuestros prójimos