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Medias para adquirirla. 91 infancia espiritual ; pero ahora ya es tiempo de hacer ver que sois grandes y fuertes , que no quereis poseer vuestra alma sino con la paciencia *, y por una paciencia de todos los momentos ?; porque las cruces estan sembra- das por todas partes 3 de la mano misericor- diosa de un Dios, que sabe el precio y ne- cesidad de ellas: y que aquel, que quiere estar un momento sin este ejercicio de paciencia, jamás llegaría á tener una paz só ida. CAPITULO HT. Fidelidad de los ejercicios. Voy á tratar un asunto que hasta ahora solo he tocado de paso, el cual es muy esencial, y consiste en la fidelidad á los ejercicios es- pirituales. Esta debe ser grande, porque la mas ligera negligencia causa una flaqueza del espiritu interior, y por consecuencia de la paz del alma 4, Es necesario que camine esta exactitud hasta un rigor, que parezca escesivo dice un gran Prelado; porque sin él, lodo cae «envuelto en confusion, se disipa, se re= laja, pierde sus fuerzas, y se desvia insensi- 1 In patientia vestra possidebitis animas vestras Luc. 21,19. — 2 Necesse est , te ubique tenere patientiam, si internam vis habere pacem. Kemp. lib 2 cap. 13. Crux semper parata est, ubique te expectat. Ibit. cap. 12. — 4. Non sine dispéndio transit levis omissia ercitii. Kemp

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