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88 Paz interior. lo hace samo y nervioso; y un hombre qua no esta ejercitado en una vida áuslera y la- buriosa están poco capaz de una sólida virtud como una mujer blanda, delicada y débil , de los Irabajos penosus de la campaña. Toda in- comodidad , toda resolucion , todo golpe, el menor ejercicio la deja sin aliento , y corre luego al descanso. Verdadero simbolo de ua alma poco ejercitada en padecer : todo la agita, todo la apesadumbra , todo la inquieta y la hace perder esta paz interior; reservada úni- camente a los hombres de buena voluntad t: esto es, a los hombres de una resolucion fir- me y capaz de toda empresa, que los tiene en estado de safrirlo todo con iucontrastable valor, Esta paz, como la de los Estados del Mun- do, es el fruto de la guerra, y si mo se to- leran los trabajos de la guerra, tampoco se gustaran las dulzuras de la paz. Esta es la un- cion del Espiritu Santo que nos dulcifica y tranquiliza interiormente ; y este cuchillo de la mortificacion es el que hace destilar este balsamo en nuestras almas. En la ausencia de esta union sensible , nos sostendrá la mortifi- cacion, y nos hará combatir toda la noche contra el mar y los vientos, entre tanto que vuelva el Salvador 2. Es verdad que la mortificacion nos dará una paz poco sensible, pero será mas sólida : porque estará en el fondo de un 1 Pax hominibus bone voluntatis. Luc. 2, 14. 2 Navicula... jactabatur fluctivus... venit ad eos ambu» lans suver mare. Matth, 14. Y. 24. y. Y. ¿rr 2. A aer

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