BCCPAM000544-1-04p30d00000000

eas certidumbre de que alli se encon- traba un ser misterioso. Stibita y completamente transfigurada Ber- nardita, no era ya Bernardita, era un angel del cielo. Su actitud,.sus movimientos, sus menores ade- manes, su manera, por ejemplo, de hacer-la senal de la cruz, te- nian una nobleza, una dignidad, una grandeza tan admirable, que si en el cielo se persignasen, solo pueden hacerlo como Bernardita en éxtasis. Yo estaba profunda- mente conmovido; procuraba rete- ner el aliento para oir el coloquio entablado entre la Virgen y la nina, expresando ésta de ordina- rio 4 la par que un profundo res- peto, una inmensa alegria, aun-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz