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oe SE ee CAPITULO III LA M. PRESIDENTE DE LA FEDERACION Y SU CONSEJO Art. I 3 La autoridad suprema ordinaria de la Federacién 34 Clausurado el Capitulo, la Autoridad suprema per- manente reside en la M. Presidente y sus dos Conse- jeras nombradas como queda dicho. 35 Para completar el Consejo y facilitar la tarea de éste y de la M. Presidente, podra nombrar ésta una Secre- taria, previo el voto consultivo del Consejo y podra cambiarla, previo e] mismo voto consultivo. 36 A esta misma religiosa Secretaria el Consejo federal podra darle el cargo de Ecénoma de la Federacién. 37.__ La M. Presidente tendra un sello para sellar y refren- dar los escritos oficiales, sello que llevara la imagen de la Madre de Dios con la inscripcién: «Federacién de monjas capuchinas de la Madre de Dios.» 38 Ocupa el primer puesto en todos los monasterios federados; tiene el titulo de Muy Rvda. M. Presidente durante el sexenio, pasado el cual conserva tan solo el de Rda. M. y goza de correspondencia epistolar libre de toda inspeccién tanto en las cartas que a ella se en-