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r3 de los pecados y propósito de la enmienda y rezando un Padre– nuestro, Avemaría y Gloria a la Santísima Trinidad, o a las cinco llagas del Señor. Cien días, rezando al menos un Padrenuestro ·y Avemaría por los agonizantes. (Cfr. S. Penit. rr marzo r939.) LA CRUZ DE LA MISIÓN Recuerdo vivo, público y perenne de estos días es la Cruz de la Misión. Como señal del cristiano, como árbol de vida y de atracción para los corazones, no puede faltar en sitio visible y preferente, bien grande, que domine, proteja y santifique al pueblo. Por esto en el último día será bendecida solemnemente, triunfalmente llevada en procesión y fijada como recuerdo de la Santa Misión. La veremos levantada entre el cielo y la tierra como arco iris de la alianza entre Dios y nuestro pueblo. Indnlgencias.-Se gana indulgencia plenaria, con las condiciones acost·umbradas, el día de la erección o bendición de la Cruz, y, además : r. 0 , el día aniversario; 2. 0 , el día de la Invención (3 ele mayo); 3. 0 , el día ele la Exaltación de la misma (14 de septiembre), o en cualquiera de los siete dfa.s siguientes a cada una de estas fechas. Indulgencia ele cinco años, saludando la Cruz de la Misión con alguna señal exter:or de devoción y rezando un Padrenuestro en memoria de la Pasión del Señor. EL VÍA CRUCIS Cuando las circ_unstancias lo permiten, bien con la Cruz de la Misión, o en hora distinta, tiene lugar un solemnísimo Vía Crucis, como expresión de fe, adhe– sión a Cristo Rey 1 reparación pública por los escándalos y pidiendo por las necesidades de la Santa Iglesia y de nuestrai querida España. Las ind,, :_.; .1cias concedidas al Vía Crucis son : plenaria, por cada vez ; . uLra plenaria en el mismo día y también dentro de un mes, comulgando cuando se ha hecho diez veces. Diez años por cada estación, 'cuando razonablemente se inte– rrumpe.

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