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ie -creacién caracteristica de la época actual, que se permite el lujo de no creer en Dios, y hasta llega — .(jvivir para ver!) a disparatar de lo lindo y despo- ‘tricar de temporal contra la Religidn que la ha le- | vantado sobre el pedestal de su gloria; porque lo — primero que me ocurre al leer sus escritos u oir | ~sus palabras es decirla<jZapatero, a tus zapatos!>, — es decir jal templo y al hogar! No necesitamos © mujeres sabias, sino de Misa y olla. Ademas que — ‘para mentir ya estan el demonio y la Gaceta.» 4 Pero me dira alguno: «Vd. esta exagerando la — _ nota y dando palos de ciego. Debe ser Vd. sin du- da uno de esos a quienes los dedos se le antojan | huéspedes, y si habla Vd. mal de la sociedad, se- “rd quizas porque no le ha entrado por el ojo dere- cho. Cristianos y cristianas hay por ahi, buenos a © -carta cabal, y de los cuales casi puede decirse con verdad que jamas han roto un plato». ¢Si, eh? pues _ ~sera-que han roto una vajilla!... ponedles si no el — ‘dedo en la llaga, y veréis cémo respiran por la — ‘herida, y dando ai diablo el hato y el garabato, os ‘mandan con cajas destempladas a freir churros. Todos somos buenos cuando nos llevan en an- das y nuestros asuntos van como una seda; pero ecuando se tuerce jun poco el aparejo,o se nos ‘vuelve el santo de espaldas 0 nos pisan uncallo, echamos el trillo fuera de la parva y el carro por el pedregal. Personas hay que parecen buenas ‘como el pan bendito, y, cuando oran en el templo, cualquiera diria que van a comerse los santos; pe- ‘ro ya no puede uno fiarse ni de su sombra, por-