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10 penitente. Tan de veras hizo esta oración, y tan vi- vamente la siente desde el feliz momento que la hizo, que cuando en los librós piadosos, en las novenas á los santos, ete., lee alguna oración en la cual se pide á Dios algún alivio ó consuelo, el cielo, la gloria y felicidad eterna, etc., ella jamás pronuncia estas pa- labras y las sustituye por las siguientes: “Señor, lo dicho, dicho; á mi ofrecimiento y promesas me aten- go; ya sabes que yo no quiero ni cielo ni gloria ni consuelo alguno corporal ó espiritual, y que mi úni- eo consuelo es amarte y sufrir por Tí.” Puso por testigos de la sinceridad y verdad de este ofrecimiento y promesa á los cielos y á la tierra; y los cielos y la tierra celebraron con visibles mues- tras de aprobación este generoso y delicado arranque de amor puro y acendrado. Y aquella alma que se ha- bía postrado de hinojos ante la Cruz de la misión triste y encorvada bajo el peso de sus pecados é in- gratitudes, se levantó renovada del todo, radiante de fe, de esperanza, de amor y de la paz más inefable; y al separarse de aquella Cruz, le pareció nueva toda la naturaleza y que todos los seres se habían transfor- mado por completo; y no, no era la naturaleza quien se había transformado, la que se había renovado y transformado era ella que, abriendo de par en par á la gracia divina las puertas de su corazón contrito y humillado se había despojado del hombre viejo, y se había revestido del hombre nuevo, creado según Dios en la justicia y en la santidad de la verdad. La Divina Providencia dispuso y ordenó de tal manera la vida de esta persona, que se ha visto obli- gada á tener muchos y muy distintos confesores y directores, algunos de ellos muy sabios y virtuosos y de los más renombrados que hubo en España du- tante el último tercio del siglo pasado; unos aproba- von su espíritu y la ayudaron muchísimo para ade- lantar en el camino de la perfección cristiana; otros la hicieron sufrir lo indecible, y sólo después de grandes pruebas muy variadas y todas ellas amar- =guísimas, que por mucho tiempo la hicieron sufrir