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CAPÍTULO XVI. 85 86. Probaron tambien su paciencia los demo- nios con la contínua bateria que dieron á la suya con fuertes y horribles tentaciones. Con este linaje de pruebas suele Dios manifestar la mucha virtud de sus siervos, y con él probó y manifestó la de su amigo el P. Ignacio. Pues padeció fuertes com- bates de los demonios, combatiendo su ánimo con extraños modos de tentaciones, que sufrió con grande constancia escapando de sus lazos y ase- chanzas con el favor divino, dejando burlada su malicia y venciéndole con su paciencia y resis- tencia. Del gran cuidado que tuvo de la limpieza de su alma. CaprírTuLOo XVII. 87. No sólo se conocieron en el P. Ignacio las virtudes morales y teologales en perfecto grado, pero se vieron en él tambien los dones del Espí- ritu Santo que se los comunicó con grande abun- dancia: viose en él el de la sabiduría con un co- nocimiento altísimo de Dios y de sus perfecciones, con el don grande de la contemplacion, con una prontitud grande para las cosas de su servicio, y gusto y deleite grande en su ejecucion. El de en-