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44 MORTIFICACION noscaba, y tratada con suavidad y regalo peligra, Más entera y defendida se conserva su hermosura y fragancia entre las espinas de las mortificaciones de la carne, que entre las blanduras y regalos de - ella. Es la carne su contrario mayor, y si esta no se maltrata y cultiva de contínuo arroja malezas que la ahogan. . | 39. Entendió el P. Ignacio que para conserva: cion de su pureza era necesario este cuidado,y estuvo tan mal con su ur que la trató como el mayor enemigo de su castidad, no permitiéndole en toda la vida descanso, negándose á todo linaje de blandura y de regalo y entregándose pródigamente á todo linaje de rigor y de mortificacion, de ayunos, abstinencias, cilicios y disciplinas, de aspereza en el vestir y en la cama, de descalcez, frios, ora- ciones y vigilias con tanto rigor, que fué comun sentir de los religiosos que le trataron, que no conocieron otro que le igualase en mortificaciones - y penitencias, y aun dudaban si habría otro en su tiempo en la Orden que le ganase ni que hubiese en ellas perseverado más tiempo que él, pues en 64 años de Religion jamas aflojó los primeros ri- gores con que comenzó, sin dispensar consigo ja- + mas, y tenía admirados á los que le miraban y aun - corridos 4 muchos de ménos edad y de más fuerza y salud y aun de mucho espíritu y virtud, que no se atrevían á imitarle, confesando que su modo e "a q al - e. E ? ad E 2 Y É Y y E ¿ a an $ í de 7 =» 2 E E be e q a A iy