BCCPAM000543-2-06000000000000

CAPÍTULO VIT. De su angélica pureza. CapíruLo VII. 36. Nuestro P. Ignacio en su pureza fué ángel, y conservó despues del Bautismo entera la prenda | de la inocencia. Agradable á Dios en su pureza que 2 mucho le amase tanto y tanto le favoreciese si se le contentaba tanto; y tanto fué su pureza más digna de su amor y estimacion, cuanto fueron mayores los peligros en que la supo conservar sin mancha or espacio de más de 80 años, no sólo en la Re- | ligion sino en las delicias del siglo, en la flor de As E su edad, entre los regalos y comodidades de pa- AN lacio, en las libertades de la vida militar siendo soldado: fué virgen toda la vida y conservó siem- pre la inbcencia bautismal. Mostraba el cuidado con que velaba sobre la guarda de este tesoro aun. en los últimos años de su vida, siendo tan viejo y teniendo la carne tan mortificada que parecía la suya más de hombre muerto que de vivo con las 3 asperezas continuadas de tantos años; huía cuanto le era posible de hablar con mujeres y sentía vi- vamente cuando le llamaban para ello y no podía excusarlo, y cuando esto ocurría lo hacía con tanto recato que jamas abría los ojos para mirarlas al rostro: sus conversaciones con ellas todas eran de

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz