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20 POBREZA parentesco que entre sí tienen, y á ambas dan casi los mismos títulos y propiedades. San Agustin dijo de la humildad que era madre de todas las vir- tudes y el fundamento seguro de todas ellas. Esta es la riqueza de la pobreza evangélica que con solo Dios está rica y contenta y fuera de El no busca ni desea otra cosa. Dice el P. Sn. Jerónimo: Abunde satis dives est, qui cum Christo pauper est. Muy rico es el que siendo pobre por Cristo no quiere más que á Cristo, que teniéndole sólo á El tiene dentro de sí á ese Señor en un cielo que des- cansa en su corazon como en trono de su descanso y de su gloria. 26. Gozó de esta dicha el devoto P. Ignacio, que no trocara su pobreza evangélica por todos los tesoros del mundo, porque experimentó que con ella estaba hecha un cielo su alma, por quien ha- - bitaba en ella Dios como en su cielo sentado y de asiento descansando como en su trono; barato le pareció cuanto por ella había dado, sólo juzgaba que era precio vil por el tesoro de la santa pobreza entre cuyas aparencias viles había hallado en su alnmia un cielo sereno y en él á Dios; el haber de- jado la casa de sus padres, sus comodidades, las honras, y valimientos del secretario su hermano, le parecía corto precio por el sayal pobre de San Francisco: no tener nada ni quererlo tener, y no tener afecto á nada, vacio de criaturas el co-. 7 : e 3

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