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28 HUMILDAD birlo 4 otro aposento más alto á quien pusieron por nombre Orihuela sin que nadie lo entendiese: con que diciendo á los que le venían á ver que ya estaba en Orihuela, se desembarazaron de aquel ahogo y el P. Ignacio pudo respirar. Aqui estuvo encubierto hasta que convaleció, y cuando se vió con algunas fuerzas, sin ser sentido se salió de Murcia para Orihuela. Fué notable el sentimiento que tuvo por estas honras que le hizo toda aquella - ciudad. Era en esta ocasion su compañero Fr. Fran- cisco de la Roda, y por el camino le oía que iba diciendo á sólas hablando con Dios: « ¿Es posible, Señor, que me querais pagar en esta vida y que no os he de ver yo en la otra? ¡como se ha en- gañado este pueblo! pero, Señor, á Vos han hecho la honra pensando que yo era amigo vuestro, no á mí Señor, que Vos solo” sabeis que soy el más malo del mundo. » Y esto lo iba repitiendo, y cuando llegó á la raya del Reino y se vió fuera del de Murcia, como si hubiera escapado del poder de sus mayores enemigos, le dió gracias á Dios por verse libre de aquel aplauso que tanto aborrecía. 24. No mostró menor humildad viéndose tan fa- vorecido de Dios, ántes fué la suya mayor cuanto eran mayores sus favores: el don de la Profecía con que le revelaba los sucesos futuros y los di ocultos secretos del corazon humano; el don de obrar milagros que los hacía Dios cada dia por "y de A y dd % P A IN 4

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