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a a á todos que para asegurarlo en - esta ciudad, con fúnebre y solemne aparato fuese llevado á la santa Iglesia Catedral, y que se colocase entre los demas cuerpos - y reliquias de santos que su precioso relicario posee. En fin así se ejecutó, con devota y plausible pompa, y acompaña- o de todas las clases y jerarquías de quienes se ha- - Jlaba compuesta esta orcelitana ciudad. Despues más adelante - (aunque se ignora el año) fué restituido á su convento á ins- tancias de la devota comunidad, quien le dió honorífica se- E ari en la capilla de Nuestra Señora de la Fé, al lado -—de la epistola, en una arca de nogal que hoy dia se des- -—eubre por una ventana pequeña, que yace bajo un hermoso cuadro de una verdadera efigie. Pero quien fué milagroso en E vida, no lo fué ménos despues de su. muerte; pues sucedió que en el año 1678, á causa de la peste y hambre continua E de los sanos, las mujeres con ancianos y niños del arrabal Roch fueron fervorosos á la ventanilla referida y llenos de + fé dijeron: «-P. Ignacio de Monzon, remediad nuestra nece- —sidad », y al instante el santo Padre sacó la mano vestida de su hábito capuchino, y les dió a todos y á cada uno en particular un pan muy blanco, oloroso y sustancial. En Roma se trata de su beatificación. (Del Ms. Blasones de Orihuela, por Montesinos, tomo V, cap. 26, fol. 611-612. Se conserva enel Archivo Diocesano de Orihuela). Y FIN DEL LIBRO. E e » ¡AVE MARÍA PURÍSIMA! E os e