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34. El último milagro que en el dicho año 1689 hizo Nuestra Señora de la Fe, segun nos refieren los Originales, fué tambien á favor y para consuelo de los referidos D. Juan y Doña Antonia. Se desapere. ron varias diligencias por todo Orihuela, pero sin hallarle. Su madre toda angustiada y llorando iba tambien en busca suya, y no pudiendo dar con él, prenda de su corazon. Como tenía experiencia de los favores que la Santísima Virgen de la Fe la había dispensado, con la mayor confianza en su piedad, la suplicó guardase á su hijo de todo pe- ligro y fatalidad. Concluida la súplica, extendió la vista hácia una acequia grande que iba llena de agua, y vió en ella un bulto, sin poder distmguir lo que era, por estar la acequia bastante desviada. Apresuró el paso, y estando ya cerca, vió que el bulto que ántes había divisado, era su hijo, y que sano y muy alegre iba jugando con el agua encima de ella y sin hundirse 6 sumergirse. A vista de este feliz hallazgo, mudó su dolor en gozo y su pena en júbilo, considerando el portentoso milagro"ó muchos milagros juntos; pues siendo el niño tan pequeño, cayendo en una acequia ancha y profunda, como son las acequias grandes de aquel pais, y tan llena de agua: ni se ahogó, ni se maltrató en cosa al- guna, ántes bien contra los fueros de la naturaleza a Pr $ ca e e A 3 ET Ea E Hs ip ES RG A a 2] a AN 1 ' o. e AP E e >: rg Md de pe y. de 5 Ae. Ep a “Ñ f A z Aa a >" 2 PS A - Se pa e 5 ; - Ds d e > E is. 282 N. SEÑORA DE LA FF E saliose- 4 la huerta por ver si hallaría la amada ció un hijo pequeño de estos dos consortes; hicie-