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PARE MILAGROS E luego alin Blivio en su enfermedad. Era práctica —inconcusa que á todos cuantos se miraban heridos E el comun achaque, los llevaban en un carro al hospital sin diferencia de personas. Fué cosa digna de admiracion, y divina disposicion por la intercesion de la Virgen de la Fe, á la cual nuestra enferma invocó, que habiendo determinado los nombrados Comisarios de la Sanidad por tres veces que lle- E ——yasen á Quiteria al hospital, y por las mismas tres veces estuviese el carro á la puerta de su ee para llevarla, siempre ocurió embarazo para no conducirla. Dispusieron los comisarios, á vista de esto, que” se pusiese gente de guarda á la puerta: y aunque lo mandaron, tampoco se efec- tuó. Lo cierto es que ella curó perfectamente del contagio; y todos considerando todas las dichas circunstancias y ocurrencias, lo atribuyeron á mi- -——lagro obrado por la Madre de Dios con la invo- -——cacion de la Fe. Así lo aseguraron todos y por tal lo celebraron, y así lo afirmó y declaró la misma Quiteria. | 27. En el año mil seiscientos ochenta y tres, sucedió que Antonio Blanc, niño de seis años, hijo de Jaime Blanc y de Dominga Lopez, vecinos de Orihuela, se hallaba gravemente enfermo de un - ardor tan grande, que sentía interiormente que le -—abrasaba todo su cuerpo, quitándole absolutamente el mpetito y el poder comer cosa alguna, y sólo * Rh p: 4 . ES *