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270 N. SEÑORA DE LA FE derechos, asegura in verbo Sacerdotis, que vió al Padre Fray Francisco de Jérica Capuchinoy sa cristan de nuestro Convento de Orihuela, con una lupia que tenía en la muñeca del brazo derecho; y que encomendándose este Padre á la Virgen de la Fe, sin otro medicamento curó perfectamente de la lupia, y el mismo Mosen Francisco le vió ya sin ella; y predicando un sermon en una fiesta 4 la Virgen de la Fe, que se hacía en la iglesia del dicho Convento, refirió el mismo Mosen Francisco lo sucedido con el Padre Jérica, y sin rebozo al- guno lo publicó como gracia de la Virgen Santisima. 20. Estaba Gines Duran, trabajador y vecino de la Ciudad de Orihuela, con unas graves y recias tercianas que por mucho tiempo le molestaban, sin que le hubiesen aprovechado para librarse de ellas las varias medicinas que los médicos le propinaron; ántes bien se miraba muy postrado y enteramente se desconfiaba de su salud. Se celebraba en la Iglesia del mencionado Convento nuestro una fiesta á la Virgen de la Fe; y llevado de su devocion y estando con la terciana, como pudo fué á asistir 4 la fun- cion. Puesto á la vista de la Santa Imágen, con las más vivas esperanzas de curar, rogó á N. $. le concediese esta salud perfecta, y si así lo lograse ofrecía mandar decir una Misa en honor de la San- tisima Virgen María. Desde aquel mismo punto le dejaron las tercianas, y nunca jamas le volvieron

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