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DESCUBRIMIENTO DE LA S. IMÁGEN 261 torio, sino en el nicho del portal de donde la sacó. Porque aunque D. Juan la dejaba puesta en pié en el Oratorio, siempre que volvía á entrar en él la hallaba caida, lo que le sucedió por muchas veces. Por lo que la devolvió al nicho, de donde la había sacado, observando despues muchas veces, que allí se mantenía siempre en pié y jamas la halló caida como sucedía en su Oratorio. Sino es que digamos que la misma Imágen, dejando el Ora- torio, se volvió al nicho referido; pues aunque de esto no hallamos noticia positiva, lo inferimos de lo que dijo una esclava que Mosen ó sea D. Juan Martinez teni“ en su casa, la cual notando lo que sucedía con la Santa Imágen, se explicó en las siguientes palabras, como lo depone uno de los testi- gos de la Justificacion jurídica: « ¡ Es posible (decía la esclava hablando de la Vírgen) ¡es posible, que esta muchacha no quiera estar encerrada! ¡es po- sible que siempre se vá! » Todo lo cual con la de- posicion de los testigos de la mencionada Justifica- cion, que unánimes afirman, que así lo habían oido á sus mayores, que muchas personas habían curado de varias enfermedades con la invocacion de la Santa Imágen, es prueba indefectible y demostra- tiva, que ya en aquellos años ántes de su último hallazgo, era muy milagrosa.