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CAPÍTULO XLIV. "0 y se fué muy de prisa. Desenvolvieron la ropa, y vieron que con ella se hallaba el cordon del P. Igna- cio: y de aquí conocieron no sin mucha admiracion grande que por llevarse la mujer entre la ropa el cordon, de cuya pérdida hubiera quedado muy desconsolada la Señora Doña Ana Bou, el siervo de Dios invisiblemente había detenido á la mujer para que no pudiera salir del aposento, hasta que lo dejara en las manos de quien tanto lo estimaba r habérselo dado: y en adelante lo estimó más, agradeciendo al siervo de Dios la merced que les había hecho, en guardarles la casa. pa Otros milagros. De los muertos que resucito Dio por sus méritos. CapríTuLO XLYV. 296. Angela Miron, mujer de Gines Almodovar, vecinos de Orihuela, tuvo un parto tan trabajoso que se vió por él en peligro manifiesto de la vida. Había ya experimentado, en otro semejante parto, la vir-- tud de la intercesion del P. Ignacio de Monzon: y reconociendo peligro mayor en este, le invocó con veras mayores. Pusiéronle encima unas reliquias suyas, y sin dificultad luego dió á luz una cria- tura muerta. Afligiose Gines Almodovar, su padre, por no haber alcanzado el niño el agua del Santo