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244 OTROS MILAGROS cuatro partes la casa, quedó libre de la ruina sólo la cama en que estaban dichos marido y mujer con las reliquias del siervo de Dios, sin que reci- biesen el menor daño en sus personas: y cuantos fueron testigos de esta maravilla, la publicaron por milagro grande del P. Ignacio. 293. Juan de Avila y su mujer Isabel Pla, ye. cinos de Orihuela, estando ambos una noche dur. miendo en su cama, en una casa de la huerta, la mujer oyó ruido de agua dentro del aposento. Sospe- chó que llovía, y recelando no cayese alguna gotera en las tinajas de vino que había en él, y recordó 4 marido, para que lo recogiese y remediase. Levan- tose, y al poner los pies en tierra, sintió que se los cubría el agua, y dijo: « Esto es la crecida del rio que entra ya por las puertas de casa ». La mujer le dió una bolsilla en que tenía un pequeño pe- dazo del hábito del P. Ignacio, diciendo lo colgase á la puerta: y lo hizo con mucha fe y confianza de que los había de guardar de los daños que en semejantes ocasiones suele hacer la crecida del rio Segura en las casas de la huerta. Fué cosa digna de toda admiracion, que en el punto que colgó á la puerta la reliquia del siervo de Dios, volvió atras la creciente del rio, y estando la puerta de la casa abierta, no sólo no entró dentro más agua que la que había entrado ántes: pero con venir la crecida tan alta que llegaba 4 la cintura de un *

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