BCCPAM000543-2-06000000000000

APARICIONES A ENFERMOS tada y con tan entera salud, que la que tres do ántes fué tenida por muerta, el lúnes siguiente des la cama y fué á la iglesia: confesó y comulgó, y se vistió del hábito de la Orden, como había promebda 237. Había ya Dios obrado un milagro por medio del P. Ignacio en Angela García, librándola mil samente, por su intercesion, de una enfermedad de peligro; despues que sevió libre y sana, tuvo otra no ménos grave y de mucha molestia: que por ha= ber bebido mucha agua de nieve, teniendo débil y flaco el estómago, padeció unos grandes y agudos - dolores en él, y tan contínuos que no la dejaban ni de dia ni de noche, sin permitir á su descanso el menor rato. Viendo que todos los remedios que - los médicos le habían ordenado le habían sido inú- tiles, encomendose de todo su corazon á las oracio- nes del P. Ignacio. Pasaba esto el miércoles por la noche, á ocho de Junio: y cuando la vehemencia de los dolores la tenían más despierta, vió clara y vi- siblemente al P. Ignacio, que llegándose á ella y - poniéndole la mano siniestra sobre el estómago, con la derecha le tomá la suya y le dijo: « Diga un Pater moster y una Ave Maria, y estará luego buena »: desapareció, dejando una celestial fragancia en el aposento. Refirió á los de su casa lo que había visto y oido: dijo que dijeran por ella las dichas oraciones: y acabadas, se sintió libre de los dolo- res como si jamas los hubiera tenido, y agrade

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz